Un grifo se utiliza prácticamente cada día. Nos permite limpiar y lavar, pero con frecuencia se convierte en el principal perjudicado de la suciedad. Cuando nos lavamos las manos, dejamos partículas de grasa, suciedad y otras marcas. Dependiendo de la zona geográfica en la que nos localicemos, nuestro agua tendrá más o menos cantidad de cal, pero la realidad es que todos los grifos sufren por este problema, por eso es recomendable que el mantenimiento de grifos sea frecuente. Ya sean los grifos de cocina, de baño o ducha, es necesario darles ciertos cuidados para que duren lo máximo posible.

En esta entrada de blog te mostraremos cómo cuidar, limpiar y quitar la cal de tus grifos de manera correcta y sostenible:

El mantenimiento de tus grifos paso a paso

Si prestas atención a estos consejos, la limpieza y cuidado de tus grifos será un mal menor: 

Paso 1: para la limpieza de cualquier grifo, lo más recomendable es usar un paño suave de algodón (humedécelo si fuera necesario). Para no dañar el material frotar suavemente, de este modo conseguiremos que se vaya la mayor parte de la suciedad. Es desaconsejable usar cepillos, paños de microfibra o esponjas abrasivas. 

Paso 2: es posible que veas ciertos restos de cal en las esquinas y las juntas. Para ello utiliza un limpiador suave a base de ácido cítrico (limón, vinagre blanco, etc.) Preferible empapar la solución cítrica sobre un trapo, no directamente sobre la grifería. Es importante que se trate de un producto suave, no muy abrasivo (no usar amoniaco), ya que son perjudiciales para el acabado cromado del grifo.

Paso 3: para garantizar un buen mantenimiento de grifo es recomendable que limpies bien el aireador. Sumérgelo en agua caliente junto con un poco de limpiador. Pasados 10 minutos verás que la cal empieza a disolverse.

Paso 4: limpiar la grifería a fondo con agua limpia.

Paso 5: repetir concienzudamente el paso 1 para eliminar posibles restos de producto. De este modo no dañaremos nunca la grifería.

Como último consejo: limpia al mismo tiempo tanto el caño, como el lavabo. De este modo todo te relucirá a la par.

mantenimiento de grifos

Elección de los limpiadores para el mantenimiento de grifos

Por norma general recomendamos a nuestros clientes que usen productos de limpieza a base de ácido cítrico, los cuales ofrecen varias ventajas. Los productos concentrados que generalmente se venden, pueden causar irritación en los ojos y en las manos, pueden causar alergias, o incluso enrojecer la piel. Algo similar le puede suceder a tu grifo. El material del que están hechos, pueden sufrir ciertos deterioros. Al principio estos daños pueden pasar desapercibidos, pero poco a poco van apareciendo arañazos microscópicos que se van a ir comiendo el brillo y a largo plazo la cal y la suciedad se irán quedando adheridos en estos puntos. Cabe añadir que los productos de limpieza suaves, son más amables con el medio ambiente.

Si vives en una zona en la que el agua tiene altos porcentajes de cal, es muy recomendable que pases un trapo por la grifería después de cada lavado, de este modo conseguiremos eliminar el agua antes de que se formen depósitos.

Vigila la dureza del agua para el mantenimiento de grifos

Como hemos mencionado anteriormente, la dureza del agua provoca que se acumulen más o menos sedimentos en tus filtros. Sin embargo contamos con diferentes medios para evitarlo. De nuevo, productos a base de ácido cítrico son un gran aliado para este tipo de situaciones.

Una vez hayamos quitado el filtro del agua, lo dejamos reposar n agua caliente mezclada con un poco de vinagre. Pasado un tiempo, tendremos que mirar si siguen depósitos de cal en las hendiduras del filtro. Si aún observas suciedad, puedes ayudarte de una pequeña aguja. Recuerda que es necesario cambiar las rejillas del grifo una vez al año para que funcione adecuadamente.

Otro enemigo de tu grifería puede ser la humedad. Al tratarse de una temperatura constante y templada, los hongos son susceptibles de aparecer en tu baño.

Por último, queríamos comentarte que es recomendable que compruebes que tu grifo no gotee debido a posibles obstrucciones. Si lo hace, comprueba que las arandelas no estén deterioradas. Siguiendo estos 4 pasos podrás cambiarlas sin problemas:

 

  1. Deja cerrado el suministro de agua
  2. Desenrosca el grifo que tenga fugas
  3. Cambia loas arandelas por unas nuevas
  4. Vuelve a abrir el suministro de agua
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¿Tienes dudas sobre el mantenimiento de grifos?

Te asesoraremos adecuadamente para que tus grifos brillen como el primer día

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